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La investigación demuestra por primera vez en Argentina el alto nivel de aceptabilidad con el que cuenta el preservativo vaginal. Se trata de un método anticonceptivo fundamental para garantizar la autonomía de las mujeres y LGBTIQ+ para decidir sobre su vida sexual y reproductiva.

Facilitar el acceso a los preservativos contribuye con el fortalecimiento de la respuesta al VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS), además de evitar los embarazos no deseados. En este sentido, los resultados de la investigación indican que la amplia mayoría de las mujeres lo seguiría utilizando y se lo recomendarían a otras personas.

Todas las personas tienen derecho a elegir libremente el modo de cuidarse en las relaciones sexuales, según sus gustos, comodidad y placer; para ello, el preservativo vaginal (también llamado femenino) debe incorporarse como una opción más, dentro de la oferta de métodos anticonceptivos, a la cual las personas tengan acceso efectivo. 

“UNFPA trabaja para que todas las mujeres, adolescentes y jóvenes, en especial los/as más dejados atrás, puedan acceder a los servicios de salud de calidad y ejerzan sus derechos sexuales y reproductivos libres de coerción, discriminación y violencias. Esto es lo que buscamos a través de este estudio: impulsar nuevas opciones de anticoncepción para que las mujeres y LGBTIQ+ puedan tomar decisiones y ejercer su sexualidad de manera plena, segura y placentera”, explicó Harold Robinson, Director Regional del UNFPA para América Latina y el Caribe.

“El preservativo masculino es una opción eficaz para la protección, pero los estereotipos y prejuicios así como las relaciones desiguales de género hacen que las mujeres se encuentren en mayor riesgo cuando no les es posible acordar el uso del preservativo con su pareja”, completó Mariana Isasi, Jefa de Oficina de UNFPA Argentina

“Las personas deben tener la posibilidad de tomar las mejores decisiones sobre su cuerpo y, desde el enfoque de Prevención Combinada que guía la nueva estrategia global de respuesta al VIH, la canasta de opciones preventivas debe ser adecuada a las necesidades de las personas para ese momento de la vida en que se encuentran. El preservativo vaginal es un recurso sin reemplazo en las opciones de cuidado y por lo tanto debe formar parte de las alternativas de protección disponibles”, explicó Alberto Stella, Director de ONUSIDA para Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.

“La estrategia de prevención combinada implica la oferta de un abanico de intervenciones biomédicas, estructurales y culturales vinculadas a la adopción de prácticas seguras y adecuadas a la situación particular de quien consulta; facilitar el acceso al preservativo femenino/vaginal es una acción clave en esta estrategia”, contextualizó Fabián Portnoy, de la Coordinación Salud Sexual, VIH e ITS del Ministerio de Salud del GCBA.

Bajo esta concepción y con el objetivo de aportar información para promover políticas públicas sobre salud sexual y reproductiva que incluyan al preservativo vaginal como una nueva opción dentro de la canasta de insumos anticonceptivos, se desarrolló la investigación “Aceptabilidad del preservativo vaginal entre mujeres adolescentes y jóvenes del AMBA”.

Se trata de un estudio exploratorio, descriptivo, cuali-cuantitativo de carácter participativo, desarrollado entre marzo de 2020 y agosto de 2021. Para su implementación, UNFPA realizó una donación de 2.000 unidades del preservativo vaginal FC2.

Además, el proyecto contó con el apoyo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) y con una beca de Salud Pública del Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Se estableció una muestra de 100 mujeres (con y sin VIH), de entre 16 y 29 años, residentes en el Área Metropolitana de Buenos Aires  (AMBA), sexualmente activas y que tuvieran relaciones con penetración vaginal-peneana. 

La convocatoria y el seguimiento de las participantes se realizó junto a 13 referentes de organizaciones civiles como la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), la Comunidad Internacional de Mujeres (ICW), Fundación Huésped, Red Argentina de Jóvenes Positivos (RAJAP), Casa Fusa AC, Red Nacional de Jóvenes y Red Bonaerense de Personas con VIH.

La investigación se desarrolló en tres etapas: la entrega a cada participante de los preservativos vaginales y la información sobre cómo usarlos, una encuesta luego de que se cumpliera el plazo pautado para probarlos en relaciones sexuales y, finalmente, una etapa de evaluación cualitativa con 20 entrevistas en profundidad. 

La encuesta determinó una alta aceptabilidad del preservativo vaginal: 

  • 98% consideró que debe ser incorporado en la política pública 
  • 97% manifestó que su pareja sexual aceptó su uso 
  • 96% lo recomendaría 
  • 80% lo volvería a usar.

Si bien el 68% refirió dificultades en la primera práctica de colocación, cuando posteriormente lo usaron en relaciones sexuales, este porcentaje se redujo al 36%. Al momento de valorar la experiencia de uso, el 67% de las participantes la calificó como buena o muy buena.

De las entrevistas en profundidad, se pudo extraer que uno de los beneficios que más incentiva a las mujeres para elegir el preservativo vaginal es que puede ser autoadministrado por las mujeres y personas con vagina, y que el cuidado de la sexualidad no dependerá de otra persona sino del ejercicio de la propia autonomía. 

Además, la mayoría mencionó que la experiencia con este método de prevención fue placentera, sin que sintieran ninguna interferencia del preservativo en las sensaciones durante las relaciones sexuales.

¿Qué es el preservativo vaginal? 

También llamado preservativo interno o preservativo femenino, es un método anticonceptivo que protege contra el embarazo no intencional, el VIH y otras ITS. Se trata de una funda delgada y resistente con dos anillos blandos, uno en cada extremo. Un anillo se coloca internamente (dentro de la vagina), mientras que el otro, cuyo extremo es abierto para permitir la penetración, queda afuera y cubre los genitales externos.

A diferencia del látex, que se utiliza para fabricar la mayoría de los preservativos masculinos, los preservativos vaginales están hechos de otros materiales, como el nitrilo o el poliuretano. Los insumos donados por UNFPA son de nitrilo: se trata del único condón femenino que está fabricado con ese material.

Puntos clave*

  • Protege contra VIH y otras ITS.
  • Es un método administrado por la persona con vagina.
  • Es de un solo uso y en cada relación sexual.
  • Como puede colocarse hasta varias horas antes, no necesariamente interfiere en la espontaneidad de la relación sexual.
  • No requiere prescripción médica.
  • No es de látex. Puede utilizarse con cualquier tipo de lubricante.
  • El uso correcto requiere cierta práctica. Al adquirir experiencia se hace más fácil introducir y retirar el preservativo de la vagina.
  • Actualmente no está disponible en la Argentina.
  • Es de mayor costo que el preservativo peneano.
  • No es lo mismo que el diafragma ya que éste no previene la transmisión de infecciones y su uso debe combinarse con cremas o geles espermicidas.
  • Nunca se debe usar un preservativo masculino y femenino al mismo tiempo porque pueden romperse.

*Métodos Anticonceptivos. Guía práctica para profesionales de la salud del Ministerio de Salud de la Nación

Un poco de contexto

  • Se estima que 136 mil personas viven en la Argentina con VIH y casi 7 de cada 10 personas que conocen su diagnóstico se atienden en el sistema público (Boletín sobre VIH e ITS 2020 del Ministerio de Salud de la Nación).
     
  • En la Argentina, se producen 10 partos por hora de adolescentes, y si bien en los últimos años hubo un descenso en los embarazos de chicas de más de 15 a 19 años, la cifra entre la población de 10 a 15 continúa estable (#PuedoDecidir - UNFPA + Ministerio de Salud + FEIM y diversas OSC).
     
  • 7 de cada 10 embarazos de adolescentes de entre 15 y 19 años y 8 de cada 10 entre menores de 15 no son intencionales en el país: se producen durante una relación sexual sin protección anticonceptiva y/o producto de abusos sexuales.
     
  • Una forma de agresión sexual, conocida popularmente como “stealthing”, es la que ocurre cuando una persona se quita el preservativo durante la relación a pesar de haber acordado usarlo con su pareja. 

Acerca de UNFPA

El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) es un organismo de cooperación internacional para el desarrollo que, desde su creación en 1969, trabaja para asegurar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva. Su misión es crear un mundo en el que todos los embarazos sean deseados, todos los partos sean seguros y se aproveche el potencial de todos los jóvenes. 

Acerca de ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera el esfuerzo mundial por poner fin a la epidemia de sida como amenaza para la salud pública para 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Desde que se puso en marcha en 1996, ONUSIDA ha liderado e inspirado el liderazgo, la innovación y la colaboración a nivel mundial, nacional y local para conseguir acabar con el VIH definitivamente.

Para ver el resumen del estudio, hacé clic aquí.