Hace 25 años, en la histórica Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) celebrada en El Cairo en 1994, el mundo prometió que todas las mujeres y las adolescentes tendrían acceso universal a la salud sexual y reproductiva. De esta manera, los Estados se comprometieron a garantizar la autonomía corporal, entendida como el derecho a adoptar decisiones libres e informadas sobre el propio cuerpo, sin violencia, coacción ni discriminación.
El 8 de junio de 2021, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la “Declaración política sobre el VIH y el sida: poner fin a las desigualdades y ponerse en camino para poner fin al sida para 2030”. En la misma se reafirmó el derecho de todas las personas al disfrute del más alto nivel posible de salud y se subrayó que la prevención combinada del VIH es la piedra angular de una respuesta integral. Esta se refiere al conjunto de intervenciones biomédicas, comportamentales y estructurales, diseñadas con el propósito de satisfacer las necesidades de prevención de la infección por el VIH de personas y comunidades específicas.
En ese sentido, potenciar el acceso a los preservativos es una acción clave en esta estrategia, ya que es el único método que previene las infecciones de transmisión sexual (ITS) y los embarazos no intencionales. Si bien el condón masculino es una opción eficaz para la prevención del VIH y otras ITS, los estereotipos y prejuicios, así como las relaciones desiguales de género, hacen que las mujeres y diversidades se encuentren en situación de mayor vulnerabilidad frente al desacuerdo por el cuidado sexual.
Por eso, el preservativo vaginal es una herramienta fundamental de protección para que las mujeres puedan tomar decisiones libres y ejercer su sexualidad de manera plena, segura y placentera, sin discriminación, ni violencias. El preservativo vaginal debe ser una opción más, dentro de la oferta de métodos anticonceptivos a la cual las personas tengan acceso efectivo.
Desde UNFPA, con el apoyo del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH y el sida, acompañamos a la Coordinación Salud Sexual, VIH e ITS del Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en el desarrollo de esta investigación clave en Argentina. También se contó con la valiosa donación de preservativos vaginales por parte de The Female Health Company.
Los resultados de la investigación muestran el alto nivel de aceptabilidad con el que cuenta el preservativo vaginal. De allí que esperamos estos hallazgos contribuyan al diseño y fortalecimiento de una política pública que incluya este método anticonceptivo y potencie el acceso a los derechos sexuales y reproductivos, basados en la igualdad y la autonomía corporal de las mujeres y diversidades.
María Celeste Leonardi
Oficial en Derechos Sexuales y Reproductivos, UNFPA Argentina.