Aunque hablar con nuestros hijos es un proceso permanente, es importante que no dejes pasar las oportunidades y estés siempre abierto y disponible.
- No te preocupes si aún no comenzaste a hablar con tus hijos sobre sexualidad. Nunca es tarde. Simplemente no intentes “ponerte al día” de una sola vez.
- Lo más importante es ser abierto y accesible en cualquier momento en que tu hijo quiera hablar con vos, incluso si es chiquito, y plantea dudas sobre su cuerpo, por ejemplo. Aprovechar esa curiosidad natural para ir creando de a poco un espacio de confianza y respeto mutuo puede ser muy provechoso para cuando llegue a la etapa adolescente.
- No todo termina en una charla, una única vez: conversar con tus hijos sobre sexualidad, conocer lo que les pasa, aclarar sus dudas, es un proceso que puede durar muchos años, incluso hasta su vida adulta. Ir planteando los temas de a uno permite a chicas y chicos absorber a su ritmo las ideas y no sentirse abrumados. Y continuar la conversación las veces que sea necesario los ayuda a sentirse acompañados en el proceso.
- Si prestás atención a lo que dicen o lo que están escuchando o viendo, por ejemplo, en la tele, probablemente detectes oportunidades para plantear una conversación sincera y abierta con tus hijos sobre estos temas y muchos otros.
- Si tu hijo te hace alguna pregunta sobre estos temas, tené en cuenta que probablemente venció muchos temores y dudas antes de animarse: es importante que aproveches la oportunidad.
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Cuando era chiquita una pareja del barrio se casó, yo le pregunté a mi mamá si ellos iban a tener hijos porque para mí el hecho de casarse implicaba que mágicamente iba a nacer uno.
- Mi mamá me contestó: Si ellos quieren sí.
De grande me di cuenta de que lo que me quiso decir mi mamá es que el embarazo es una decisióny lo mismo transmito a mis hijos".
Inés, participante del "Ciclo de encuentros de madres, padres y familias" realizados en Casa FUSA.
