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El Ministerio de Educación de la Nación desarrolla desde el año 2006 una política de Educación Sexual Integral (ESI). En este marco, la Ley N° 27.234 “Educar en Igualdad: Prevención y erradicación de la violencia de género” establece la realización de al menos una jornada anual obligatoria en todos los establecimientos educativos del país, de gestión estatal y privada, hasta el nivel terciario inclusive. El objetivo de esta ley es contribuir a que estudiantes y docentes desarrollen y afiancen actitudes, saberes, valores y prácticas que promuevan la prevención y la erradicación de la violencia por razones de género.

Existen un conjunto de leyes nacionales y normas internacionales a las que Argentina suscribe y promueve, que ubican a las escuelas como escenarios de protección y ampliación de derechos, tal como lo dispone la Ley Nº 26.061 de Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes que establece el derecho de ellas y ellos a vivir con dignidad, a no ser sometidas/os a trato violento, discriminatorio, vejatorio, humillante, intimidatorio y a ninguna forma de explotación.

La Ley Nº 26.206 de Educación Nacional establece que es fin de la educación asegurar condiciones de igualdad, respetando las diferencias entre las personas sin admitir discriminación de género ni de ningún otro tipo (art. 11). Estos fines y objetivos se retoman en relación con la obligación de las y los docentes de garantizar los derechos establecidos en la Ley Nº 26.150 de Educación Sexual Integral, que señala entre los objetivos del Programa Nacional de ESI el de procurar igualdad de trato y oportunidades para todas las personas, como así también trabajar para la erradicación de la discriminación por razones de género (art. 3).

Por su parte, la Ley Nº 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que Desarrollen sus Relaciones Interpersonales detalla los distintos tipos y modalidades de violencia y en su artículo 4 define esta violencia como “toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes”.

Todas estas leyes, acompañadas por la adhesión de nuestro país a convenciones internacionales tendientes a promover los mismos objetivos han contado –en la mayoría de los casos– con el apoyo de los y las docentes en las escuelas. En 2015, la presencia de docentes con sus estudiantes en las calles, durante la masiva marcha conocida como “Ni Una Menos” -que se realizó en las plazas y otros espacios públicos en todo el país- constituyó una prueba fehaciente de este compromiso.

Desde el Ministerio de Educación se promueven acciones que buscan visibilizar la responsabilidad de las escuelas como ámbitos privilegiados para garantizar una vida sin violencias para toda la comunidad educativa. Además, se acompaña a las distintas jurisdicciones en los procesos de adecuación curricular tendientes a incorporar contenidos de Educación Sexual Integral aprobados por el Consejo Federal de Educación; se elaboran y distribuyen materiales educativos; y se realizan acciones de formación e intercambio docente.

A su vez, la Resolución del CFE Nº 253/15 instó a las jurisdicciones a promover el efectivo cumplimiento de todas las leyes citadas en esta presentación. La prevención de la violencia por motivos de género desde la escuela no es una tarea nueva o adicional. Sin embargo, la Ley Nº 27.234 Educar en Igualdad al tiempo que prescribe una tarea, ofrece la oportunidad de fortalecer las acciones realizadas y avanzar en este terreno. El Ministerio de Educación, autoridad de aplicación de dicha ley a través del acompañamiento a las jurisdicciones en la implementación de la ESI, impulsa la realización de estas jornadas, contribuyendo a hacer de la prevención de la violencia por motivos de género una tarea cotidiana en las instituciones educativas.