En este apartado, ponemos en común algunas herramientas conceptuales que nos permiten abordar en el aula los vínculos y los entornos digitales, y la relación que existe entre estos y la violencia por motivos de género. Veremos por qué y de qué modo se vinculan los entornos digitales con esta forma de violencia. Vamos por partes.
Los entornos digitales hoy
El uso de internet y los entornos digitales ocupan un lugar importante en nuestra vida cotidiana. A través de estos, nos informamos y, a la vez, compartimos información, nos comunicamos, nos enteramos de sucesos sociales y personales, conocemos personas, sostenemos o establecemos nuevos vínculos, entre muchas otras cosas. Y todo esto sucede al mismo tiempo y en relación con lo que pasa en nuestra “vida presencial”, en la que trabajamos, estudiamos, compartimos con familia y amistades, descansamos, hacemos deporte y/o actividades artísticas cara a cara con otras personas.
Estos “mundos”, el presencial y el digital, se cruzan permanentemente, potenciando y abriendo grandes posibilidades. Las tecnologías facilitan la comunicación, acercan la información de manera rápida a personas y lugares a los que antes no llegaba; permiten conectarse a la distancia, generar nuevos vínculos entre quienes no se hubieran conocido de otra forma, permiten, además, aprender en nuevos entornos y con nuevas herramientas y, también, entretenerse y divertirse.
Como contracara, el mundo digital puede ser terreno de conflictos que merecen ser atendidos. En algunas ocasiones, porque se continúan aquellos problemas que se originan en la presencialidad. En otras, porque se reproducen diversos tipos de violencia en los entornos digitales y, por último, porque las características que adquiere la comunicación en las redes (palabras abreviadas, emojis, memes, la no presencia física y la ausencia de gestos) puede prestarse a mayores malentendidos y/o potenciar nuevos conflictos.