¿Qué es la ESI?
La ESI es la enseñanza que se brinda en la escuela sobre sexualidad integral. Se desarrolla de manera transversal, es decir, relacionada con los contenidos que se enseñan en otras áreas, como Lengua, Ciencias Naturales o Formación Ciudadana.
La ESI no es sólo “hablar de relaciones sexuales”. Es mucho más que eso. A través de distintas actividades, la escuela enseña a cuidar el propio cuerpo y el de las demás personas, a valorar la afectividad, aceptando los puntos de vista diferentes; a valorar la diversidad y a vivir en igualdad; a vivir una vida libre de discriminaciones, en la que podamos ejercer nuestros derechos libremente, y a saber cómo actuar cuando nuestros derechos no se cumplen. Esto es muy importante, porque a través de esta perspectiva, la escuela enseña a superar los roles, estereotipos y mandatos asociados a los géneros, que reproducen las desigualdades sociales entre varones, mujeres y diversidades, desigualdades que impactan en la discriminación y en las violencias y que es necesario desnaturalizar y visibilizar. Además, la escuela tiene la importante tarea de brindar herramientas para actuar en situaciones complejas y acompañar en casos de abuso sexual, la trata de personas, el acoso o la violencia de género.
Por todo esto, la escuela es un espacio fundamental para una transformación cultural estructural.
¿Cómo acompañamos las familias?
La Ley Nº 26.150 dice que las familias deben estar informadas sobre la Educación Sexual Integral que se brinda en las escuelas.
Por eso, es importante que se interesen y participen de momentos de encuentro y diálogo con la escuela. Además de trabajar estos temas en la escuela, es importante que también los conversen en casa.
Juntas, familias y escuela tienen la responsabilidad de garantizar el derecho de la niñez y de la adolescencia a una formación que tenga en cuenta los aspectos biológicos, psicológicos, afectivos, sociales y éticos de la sexualidad.