Para dar cuenta de sus acciones y resultados el programa desarrolló un sistema de monitoreo con 68 indicadores1 para orientar la toma de decisiones en salud sexual y reproductiva, facilitar el acceso a la información y rendir cuentas de la gestión de los recursos públicos.
En el año 2017 se crea el Plan ENIA (Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia), el que a partir de 2020 se integra a la estructura de la Dirección Nacional de Salud Sexual y Reproductiva (DNSSR), a fin de garantizar a las y los adolescentes el ejercicio de sus DSSR.
Estos ejemplos son algunos de los claros avances en materia de reconocimiento de derechos, y de compromiso del Estado para resguardarlos y asegurar su goce efectivo. Frente a este escenario, el seguimiento y análisis de los indicadores de salud sexual y reproductiva se torna un imperativo para sostener y consolidar los logros, así como para identificar cuellos de botella, pendientes y desafíos para lograr la cobertura universal en salud sexual y reproductiva.