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Dr. Babatunde Osotimehin, Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas y Director Ejecutivo del UNFPA

En un informe reciente de las Naciones Unidas se advierte que la cantidad de personas forzosamente desplazadas se ha elevado a un número sin precedentes, casi 60 millones a fines de 2014. Entre esas personas la mayoría de las mujeres y niñas adolescentes hacen frente a particulares amenazas como resultado de la carencia de servicios de salud y otros servicios esenciales.

Incluso en condiciones normales, las complicaciones de la salud reproductiva son la principal causa de la muerte y la enfermedad de miles de mujeres en edad de procrear. Se estima que en situaciones humanitarias es probable que una de cada cinco mujeres y niñas adolescentes estén embarazadas. Por cuanto es frecuente que no se disponga de atención calificada de parto o de emergencia obstétrica, es todavía mayor el riesgo de muerte y de sufrir lesiones que corren las mujeres y las niñas adolescentes.

Las mujeres y las niñas adolescentes hacen frente además a un riesgo mucho mayor de abuso, explotación sexual, violencia y matrimonio forzado durante los conflictos y los desastres naturales. Además, muchas mujeres que sobreviven una crisis pasan a encabezar un hogar, con la responsabilidad exclusiva del cuidado de sus hijos. Con frecuencia deben superar inmensos obstáculos para ocuparse de la salud y la atención de los hijos, los enfermos, los heridos y los ancianos, y cargan con el mayor peso del socorro y la reconstrucción. Como consecuencia, han de dejar de lado sus propias necesidades al ocuparse de otros.

Entre las complejas emergencias a las que respondemos se incluyen conflictos prolongados, agravados por la insuficiencia o el fracaso de la gobernanza, las consecuencias del cambio climático y las actividades de grupos extremistas que reivindican territorio, recursos y poder.

Por ello el lema de este Día Mundial de la Población, “Poblaciones Vulnerables en Situaciones de Emergencia”, se propone destacar las necesidades especiales de las mujeres y las niñas adolescentes durante los conflictos y los desastres humanitarios.

Una de las prioridades del UNFPA, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, es empoderar a las mujeres, las niñas adolescentes y las personas jóvenes, salvaguardar su bienestar y atender sus necesidades y preocupaciones concretas. Trabajamos de manera estrecha con los gobiernos, el sistema de las Naciones Unidas, los asociados locales y otros en la preparación para casos de desastre a fin de velar por que se integre la salud reproductiva a la respuesta en casos de emergencia.

El UNFPA despliega equipos de higiene, suministros obstétricos y anticonceptivos, personal capacitado y otros tipos de apoyo a poblaciones vulnerables. Procura velar además por las necesidades de las mujeres, las niñas adolescentes y las personas jóvenes tanto en las situaciones de emergencia como en la etapa de la reconstrucción. Nuestro objetivo es velar por que se protejan los derechos de las mujeres y las niñas adolescentes a su salud reproductiva y a su seguridad.

En este Día Mundial de la Población instamos a la comunidad internacional a que redoble sus esfuerzos por proteger la salud y los derechos de las mujeres y las niñas. Debemos permitir que las mujeres, las niñas adolescentes y las personas jóvenes desempeñen plenamente su papel en las conversaciones de paz, la formación de la paz y la recuperación, y velar por que los gobiernos se atengan al derecho internacional y lleven ante la justicia a los autores de violencia sexual. Al dar prioridad a la salud, los derechos y la plena participación de las mujeres, las niñas adolescentes y las personas jóvenes en la vida pública aumentamos nuestras posibilidades de lograr un mundo más justo, estable y pacífico.