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COVID-19 es el nombre que el mundo científico le ha dado a la enfermedad que las personas desarrollan después de infectarse con el SARS-CoV-2: una nueva cepa de coronavirus descubierta en 2019.
Actualmente no hay datos sólidos que sugieran que las personas que viven con VIH corren un mayor riesgo de adquirir el virus o de desarrollar un COVID-19 más grave si lo adquieren, especialmente si su sistema inmunológico no está comprometido.
Sin embargo, las personas con afecciones subyacentes y un sistema inmunológico más débil pueden ser más vulnerables a la infección por COVID-19.
Por lo tanto, todas las personas que viven con VIH deben recibir tratamiento antirretroviral ("tratamiento para todos") no más de siete días después de la confirmación del diagnóstico de infección por el VIH ("iniciación rápida"), incluida la iniciación el mismo día si se desea y se cumple con los requisitos.

Para las personas que viven con VIH en tratamiento antirretroviral, el hecho de mantener una adherencia óptima asegura la supresión viral y la recuperación inmunológica (mayor recuento de CD4), reduciendo el riesgo de complicaciones en caso de infección con COVID-19.
Además, se recomienda encarecidamente a las personas que viven con VIH que adopten las medidas preventivas generales para COVID-19 recomendadas para todas las personas de acuerdo con la orientación de la OPS/OMS.
Al igual que otras poblaciones de alto riesgo de padecer COVID-19 grave, las personas que viven con VIH que tienen 60 años o más y/o con enfermedades crónicas subyacentes (diabetes, cáncer, enfermedades respiratorias y cardiovasculares) pueden tener un mayor riesgo o sufrir enfermedades más graves relacionadas con COVID-19.
Es importante considerar que la información puede cambiar a medida que COVID-19 se expande a países con mayor prevalencia de VIH y se disponga de más datos y evidencia sobre COVID-19 en personas con VIH.

Las vacunas como la antigripal y la de neumococo deben ser ofrecidas a todas las personas con VIH y estar al día.
Actualmente no hay ningún tratamiento aprobado para COVID-19, ni terapias inmunológicas, ni vacunas. El tratamiento es sintomático (reposo, hidratación, antipiréticos) y deben adoptarse medidas de prevención de la transmisión.