En el marco del III Foro Mundial de Derechos Humanos, la actividad “Entrevista Pública con editoras de género” analizó la importancia de esta figura para la inclusión de la perspectiva de género y derechos humanos en los medios, la incidencia de este rol en el tratamiento de las noticias, las condiciones de trabajo y las dificultades que enfrentan en la tarea cotidiana. El panel fue organizado por la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad, la Red Par, la Defensoría del Público, la Red de Editoras de Género y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Argentina.
Isabel Valdés, corresponsal de Género del diario El País España; Gabriela Weller, periodista feminista licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Córdoba e Ingrid Beck editora de Géneros del portal Letra P respondieron a las preguntas de Mirian Lewin, defensora del público y Belén Spinetta, integrante de Comunicación para la Igualdad.
Mariana Isasi, Jefa de Oficina del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Argentina (UNFPA) dió marco a la entrevista poniendo énfasis en la importancia de las editoras para visibilizar agendas excluidas históricamente, un rol que ha recibido fuertes hostigamientos, motivo por el cual consideró que “es importante fortalecer porque trae beneficios en los medios y en la comunidad, logran mejoras en las coberturas al promover la perspectiva de género y derechos humanos, diversifican las voces y problematizan sentidos”.
Miriam Lewin, Defensora del Público, expresó cómo el movimiento Ni Una Menos dio un espacio de visibilidad cuando “se creía que sostenía una agenda, justamente, insostenible”. “En ese contexto, pasó mucho tiempo hasta que las audiencias, y lo digo desde mi rol de Defensora del Público, empezaran a percibir con mucha agudeza las coberturas violentas y con alto contenido machista en los medios de comunicación que hoy se reclaman”, agregó.
Antes de las preguntas, Belén Spinetta -integrante de Comunicar Igualdad- repasó algunas líneas de la investigación “Editoras de género en medios de comunicación de Argentina: Avances, disputas y tensiones en la construcción de un periodismo feminista” en 2020 consideró que “la irrupción de la figura de editora de género es un avance y tiene que ver con que los medios debieron recoger las demandas de la sociedad civil y del movimiento feminista en particular”. Adelantó que actualmente dicha investigación está en etapa de actualización.
Gabriela Weller se refirió a su experiencia como editora de género en los servicios de radio y televisión de la Universidad de Córdoba (SRT) y afirmó que la figura de editora de género “se ha cristalizado o emergido en cada medio con particularidades propias y las experiencias son muy ricas”, y que fundamentalmente su tarea consiste en “capacitar, trabajar in situ en titulares y fotografía, así como en el tratamiento de las noticias”.
Por su parte Isabel describió la tarea que realiza cotidianamente destacando que la decisión política y el acompañamiento de quienes dirigen el medio es fundamental para que, como editora, pueda transversalizar la perspectiva de género en la producción de contenidos. Mencionó el contexto político que resulta hostil al feminismo en España con el crecimiento de lo que denominó como “antifeminismo”. Sin embargo, continuó diciendo, “hubo una parte que no fraguó, la pandemia desmovilizó, el feminismo se separa por algunas cuestiones políticas y eso repercute en las tareas de la editora”.
En tanto Ingrid Beck recordó que el rol de editora “nació al calor del respaldo del Ni Una Menos y hoy se transformó en un pinkwashing”. Al referirse al movimiento que surgió en Argentina en 2015 afirmó: “Que el Ni una menos naciera de periodistas hizo que cambiarán las narrativas”.
Respecto a las estrategias que cada una fue dándose en el ámbito laboral para poder incidir en los cambios de abordaje y tratamiento de las noticias, Valdés mencionó la existencia de un manual de estilo que incorpora la perspectiva de género en las indicaciones que deben tener las coberturas pero también una plantilla que exige la redacción de los femicidios con ciertas características que impiden la revictimización y los enfoques que naturalizan la violencia machista.
Weller destacó la importancia de armar equipos de trabajo en las redacciones y “crear la necesidad de preguntarse sobre la práctica” como una forma de revisarla y modificarla.
Beck afirmó la necesidad de proyectar la tarea de las editoras para “dejar capacidad instalada en los medios” y puso énfasis en trabajar sobre las fuentes a partir de las cuales se construye una noticia: no solo incorporar voces y opiniones de mujeres en las distintas temáticas sino incidir con esas fuentes para que estén disponibles al momento de ser consultadas.
Las periodistas coincidieron en la importancia de la tarea que realizan sin dejar de mencionar las condiciones adversas que suelen enfrentar, las resistencias de sus entornos laborales inmediatos, la falta de reconocimiento económico, la precarización laboral y la sobrecarga de tareas. Razón por la cual concluyeron que la experiencia del trabajo en red es sumamente rica, permite apoyo y acompañamiento frente a situaciones críticas y también consultas permanentes.
Cabe señalar que en España no existe una Red de Editoras como en Argentina, por lo cual el intercambio propiciado en esta actividad puede ser el punto de partida de una experiencia similar.
Fotos: Defensoría del Público.