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Los cinco países del Cono Sur – Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay- acordaron una hoja de ruta regional para prevenir el embarazo adolescente no planificado desde un enfoque de salud sexual integral. Equipos técnicos de los programas de salud adolescente y educación sexual del Cono Sur, apoyados por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), se reunieron del 20 al 22 de mayo en Montevideo, Uruguay. Durante el encuentro compartieron sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas para establecer problemáticas y abordajes comunes y temas de cooperación entre sí.

Una de cada cinco mujeres del Cono Sur será madre antes de terminar la adolescencia. Entre el 15 y el 20 por ciento de los nacimientos de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay corresponden a madres menores de 18 años y muchos de ellos no son planificados, lo que trae efectos importantes en la vida de las adolescentes, tanto en su desarrollo como en su salud y la de sus recién nacidos.

“El problema de la prevención del embarazo adolescente no planificado se encuentra en la agenda política de todos los países participantes, sin embargo el descenso aun es lento. La buena noticia es que si se observa una reducción en el embarazo repetido”. La fecundidad adolescente de América Latina y el Caribe es sólo superada por África. Por eso, la generación de diálogo entre los países para buscar las mejores estrategias con base a las mejores evidencias, es fundamental”, aseguró Alma Virginia Camacho, asesora regional en salud sexual y reproductiva del UNFPA.

Uno de los acuerdos fue la necesidad de un abordaje intersectorial que incluya a salud y educación pero también otras áreas de gobierno como desarrollo social, juventud y/o trabajo. Los países que ya están implementando este tipo de estrategia han tenido buenos resultados. Por tanto, los equipos técnicos acordaron identificar iniciativas, programas, experiencias que se estén desarrollando en cada uno de los países, destinadas a los y las adolescentes para fortalecer las acciones en salud sexual y reproductiva.

En la región y en el interior de cada uno de los países, existe una disímil aplicación de la educación integral para la sexualidad. “La Educación Sexual es una intervención clave para el desarrollo de las personas, es parte de la respuesta para la prevención del embarazo adolescente, sin embargo, debemos asegurar que el enfoque educativo esté presente en su implementación. Para que esto sea así, más allá de incluir contenidos educativos es imprescindible trabajar muy cerca de los docentes en su implementación”, dijo Camacho.

Es importante considerar también el abordaje focalizado de las y los adolescentes que se encuentran fuera del sistema educativo. “Según diversos estudios, la mayoría de las adolescentes que fueron madres dejaron la escuela antes de quedarse embarazadas. A su vez, si están estudiando, el embarazo y nacimiento precipita el abandono escolar”, expuso Georgina Binstock, investigadora del CENEP, que por solicitud del UNFPA realizó un documento que incluyó una recopilación de la principal información estadística disponible en los cinco países, al igual que una revisión del estado del arte de las diferentes políticas públicas en salud y educación implementadas hasta el momento.

La mayoría de los países cuentan con experiencias valiosas pero que no han sido sistematizadas y evaluadas. Por esta razón, una de las principales conclusiones del encuentro fue la necesidad de realizar este tipo de trabajo de registro y análisis de las políticas para que puedan ser compartidas y replicadas.

En cuanto a los marcos legales, todos los participantes acordaron en que son facilitadores para la respuesta aunque no suficientes. Es necesario su instrumentalización y seguimiento.

Una de las debilidades detectadas fue la falta de incorporación de los varones en las estrategias de prevención y asistencia de los casos de embarazo adolescente. Por eso se realizará una recopilación de experiencias que incorporen la masculinidad.

Finalmente, los países acordaron analizar la posibilidad de realizar la Semana de Prevención del Embarazo no Planificado que ya realizan Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú como un esfuerzo colaborativo con el Organismo Andino de Salud, que estuvo presentando su experiencia en la reunión.
Durante el encuentro también participaron representantes del PNUD, UNICEF y OPS/OMS y de la agencia uruguaya de cooperación.